Ser emocional

Siempre fui emocional, desde chica. Tenía esa capacidad de conectarme más fácilmente con las emociones que el resto. Podía “ponerme en los zapatos” de los demás y entender lo que sucedía. Aunque a veces me decían que no tenía que ser tan débil o emocional para todo.
Aunque muchos no lo crean te hace sentir más conectado con las experiencias que vivís, incluso más que aquellos que se dicen ser fuertes y “no emocionales”. Estás más vivo, permite que tu piel experimente cada sensación y que tu corazón conozca cada latido.

Ser emocional no es malo, no te hace ser débil, ni tampoco cursi. Ser emocional te hace vivir más. Haces todas las cosas de manera más apasionada, viviendo cada momento al máximo sin dejar de observar cada detalle que se presente.
De eso se trata vivir, ¿o no? Si no vivís para conectarte con las experiencias, sin sonreír, sin llorar, sin amar, ¿para qué vivimos entonces?