Tengo preguntas. Muchas preguntas. Pero hay algo que gira en mi
cabeza, esta cabeza que porta cuestiones reflexivas y que genera
cuestionamientos constantes. ¿Qué pasa
con la forma de vincularse de la gente hoy en día? Me veo forzada a
poner por escrito lo que pienso, porque hay cosas que están siendo
demasiado. Por ejemplo:
Inicio… Uno DEBE andar jugando al
investigador, ya que nos encontramos con una cuestión bastante molesta,
perturbadora y misteriosa. La persona que cree que sos buena onda,
inteligente, linda/o, divertida/o o cualquier adjetivo positivo actúa
exactamente IGUAL a la que no le importas un carajo. Te deseo mucha
suerte intentando descubrir quién es quién.
Las imágenes que queremos dar al otro. ¿Qué onda? Claro, el que se
muestra menos interesado es el portador de TODO el power. El macho alfa,
o la wonderwoman por excelencia. Es como una especie de competencia: el
menos denso gana. A la mierda el pre-concepto. Aguante ser intenso
loco!
Esta gente de ahora se cree que está viviendo un video
juego. El que tenga más puntaje gana. Si mandas un wpp perdés un punto.
Si demoras en responder ganas 10. Si fingís desinterés sos Napoleón. Si
te asumís enamorado: JAQUE MATE piensa el de la vereda de enfrente. Ni
que hablar de un “te extraño”, a veces se paga un precio tan alto por
decirlo que es mejor callar.
Hace poco escuché: “le escribiste? No…
caíste en tentación”. PARAAAAAAA flaco. En tentación cayó la pobre Eva
cuando mordió la manzana en todo caso. ¿Dónde quedó la libertad de
expresión? LIBRE ALBEDRÍO, ¿te suena?
Acto seguido: al final de
la noche los dos jugadores se duermen en una cama fría, simulando ser un
homo sapiens “anatómicamente moderno” con estilo CERO-EGO. Claro, ahora
todos somos actores.
¿Por qué motivo mandar un texto
preguntando “como estás” te va a disminuir? Me arriesgo a decir que
estamos en la ERA DEL MIEDO. La pregunta del millón es, ¿miedo de qué?
¿De ser feliz? ¿De no corresponder? ¿De mandar todo a la mierda y meter
la pata? ¿De donar amor? El miedo quiebra, paraliza, impide. Ah claro,
pero te hace GANAR el juego del desapego éste que venimos jugando en
este siglo.
Si hay alguien que quiera y pueda vivir así que levante
la mano. Yo la estanco bien abajo sin dudar. ¿Te deja satisfecho?
Seguro tenés el alma tranquila por haberte guardado ese mensaje que
expresaba cuánto te gustó lo fácil que fue que se rieran a carcajadas, o
cuán cómodo te sentiste cuando te dijo que le gustabas y te dio la
mano, o qué lindo fue ese beso tan descontracturado y lleno de
sinceridad. Qué inteligencia la tuya por guardarte esa bomba.
Dejémonos de acumular puntos, de pretender ser el más desapegado, de
fingir ser el más auto-suficiente, independiente. ¿Cuánto tiempo más
vamos a estar dándole vueltas a esta histeria mal parida? No sé ustedes,
pero yo, no quiero mal gastar mi tiempo. Mantener este juego solamente
nos torna más fríos. Capos de la soledad. Brillantes y potenciales
ególatras.
Escribir, enviar, abrir, responder, conversar, SOSTENER
un diálogo. No, no? Ni siquiera para saber en qué anda. Porque si demora
25 minutos en responder yo voy a demorar 3 días.
La obra se llama:
dos estúpidos enredados perdiendo el tiempo de una manera MUY boluda.
Qué cosa que me hace calentar bo. Corran a besarse y déjense de joder.